El ser humano es variopinto y su
representación sobre el papel se presta a numerosos acercamientos.
Antes de comenzar a dibujar o pintar a la persona que posa frente a
mí, me gusta cerrar los ojos por unos segundos y dejar que mi
intuición decida qué técnica se ajusta más al modelo, aquí y
ahora.
Este es mi primer retrato con tinta
china y próximamente os mostraré el segundo.
SIN PENSAR … SOLO
SINTIENDO
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